Jacques-Louis David (El juramento de los Horacios) 1.785 |
En esta obra de Jacques-Luis David observamos las características propias del período en el que sitúa: el Neoclasicismo. Las figuras carecen de movimiento y expresividad, pareciendo estatuas. La pincelada es suave, con el foco de luz a las espaldas de los tres romanos. La figuras más importantes son las situadas en el centro, y en segundo plano aparecen personajes menos importantes. Una característica muy marcada de esta obra, y del neoclasicismo en general, es la simetría (altamente observable en los arcos que conforman el fondo), así como la busca de las medidas perfectas clásicas (la grecolatinas). El cuadro por lo general, desprende sencillez y claridad, algo que apoya a la función didáctica de éste. Para añadir profundidad a la obra, el fondo es totalmente oscuro.
Esta obra,"El juramento de los Horacios", fue encargada por el rey Luis XVI de Francia, siendo terminada en 1785. En ella se observa la intención de tansmitir unn fuerte patriotismo al pueblo. Se representa la última batalla entre los guerreros de las poblaciones de Alba y Roma, con sólo tres guerreros cada uno, debido a la cantidad de muertos en batallas anteriores. Todo esto forma parte de una famosísima historia mitológica.
Eugène Delacroix (La libertad guiando al pueblo) 1.830 |
La disposición de las figuras en el espacio rompe todos los esquemas del neoclasicismo, con un desorden monumental de las figuras, que siguen con precipitación a la dama semidesnuda que representa el ideal de la época: la libertad. La profundidad en esta obra se consigue, en cambio, principalmente a través de fondos brumosos y difuminados, y completamente surrealistas. La disposición de los personajes también influyen en la profundidad y perspectiva. El foco de luz es situado sobre la figura principal, que como ya he dicho, es la mujer alzando la bandera francesa.
Esta pintura finalizada en 1830 representa la revueltas de la burguesía de 1830 ("Las Tres Jornadas Gloriosas"), que puso fin al reinado del monarca absolutista y conservador Carlos X, siendo sustituido por Luis de Orleans.
A pesar de que entre estas dos obras hay apenas cuarenta y cinco años, las diferencias entre ellas son abismales, haciéndolas pertenecer a dos etapas opuestas: el Neoclasicismo y el Romanticismo. Tan opuestas eran desde su origen, pues el Romanticismo surgió como contra hacia la ilustración (ideología propia del Neoclasicismo) , pues la razón y objetividad no llevaron a la humanidad hacia nada más que desigualdades, y se pretendieron reinstaurar los ideales del Antiguo Régimen, llavando a la Restauración.